Tal y como explicamos en esta entrada anterior sobre motivación de equipos de trabajo, uno de los mayores factores motivacionales para un equipo de trabajo es tener un buen líder. Como Jefe de Proyectos este es precisamente el rol que debes asumir. Es por eso recomendable que conozcas las características que definen a un buen líder y sepas cómo entrenarlas.
La cuestión que nos planteamos ahora es si de verdad es posible entrenar dichas características o si por el contrario el liderazgo es una capacidad innata que se da en algunas personas. En internet es posible encontrar estudios que apoyan una y otra teoría, en parte sesgados dependiendo de los intereses del organismo que los produce. Es por eso que no podemos llegar a una conclusión clara al respecto, sino que en Gestión de Proyectos Master creemos en una combinación de los dos aspectos al igual que ocurre en prácticamente todas las disciplinas.
Con el liderazgo ocurre algo similar a lo que ocurre con el fútbol. Cualquier persona es capaz de jugar a fútbol, y con el entrenamiento adecuado podrá llegar a un nivel muy alto. Aunque quizás otra persona con cualidades innatas pueda ser mejor con menos esfuerzo, cualquiera puede entrenarse para llegar a un nivel mucho más alto que la mayoría de la población. Para ser un “fuera de serie” es necesaria una combinación de talento y trabajo, pero para ser muy bueno es suficiente con uno de los dos factores.
Concluimos por lo anterior que no existe un talento especial que sea necesario para ser un líder. Por el contrario, las facultades necesarias para dirigir un equipo de trabajo pueden ser aprendidas y entrenadas.
La conclusión anterior es tan importante que vamos a repetirla una vez más: las facultades necesarias para dirigir un equipo de trabajo pueden ser aprendidas y entrenadas.
La importancia de esta afirmación reside en el hecho de que las personas que creen que son necesarias unas capacidades innatas para realizar un tipo de trabajo tienden a no esforzarse demasiado, ya que cuando encuentran dificultades suelen pensar que no tienen las cualidades para hacer ese trabajo: “no valgo para esto”. Lógicamente, la actitud resultante es dejar de trabajar, dejar de esforzarse para mejorar. Para prosperar, es fundamental creer en las capacidades de uno mismo. La seguridad en sí mismo es muy importante para llegar a ser un buen líder.
Ahora te estarás preguntando: ¿cómo aprendo a liderar? Como en cualquier otro campo, debes ver los errores y problemas como oportunidades para aprender y superarte. Recuerda: no puedes aprender a esquiar sin caerte. Veamos los tres puntos más importantes en cuanto a la actitud necesaria para aprender a ser un buen líder.
Challenge yourself
Debes buscar situaciones en las que sientas que estás siendo llevado al límite, en las que necesitas probar cosas nuevas y no repetir las mismas soluciones una y otra vez. Esto te lleva automáticamente a un aprendizaje constante y te obliga a seguir siendo flexible para adaptarte a nuevas situaciones. Debes luchar con la necesidad de sentirte cómodo en el día a día. Deberás aceptar retos para los que sientes y sabes que no estás completamente preparado, pero crees que lograrás aprender lo necesario en un tiempo razonable.
Práctica
Practica las diferentes técnicas que conozcas y no dudes en probar cosas distintas para solucionar los problemas, buscando tener más herramientas y hacerlo cada vez mejor. Tu día a día puede ser un campo de pruebas para testear diferentes métodos hasta dar con el que más se ajuste a tu personalidad.
Buscar modelos
Debes pensar en quiénes son tus modelos de trabajo. Pueden ser diferentes personas en diferentes campos, pero para crecer como líder debes tener a personas en tu ambiente de trabajo de las que puedes aprender.
Los tres puntos anteriores se refieren a la actitud necesaria para aprender a ser líder. En esta otra entrada tienes puntos más concretos con las características que definen a un buen líder y cómo entrenarlas. Te invitamos a repasar la misma para encontrar mucha más información al respecto.