En un mundo que evoluciona cada vez más rápido, la formación continua es una clave tanto para nosotros como Gestores de Proyectos como para nuestros equipos de trabajo.
Sin embargo, no es conveniente ver el aprendizaje únicamente en la realización de cursos, puesto que hay otros métodos al menos igual de útiles. Además, la realización de cursos solamente nos proporciona conocimientos teóricos, careciendo generalmente de un aprendizaje completo.
En Gestión de Proyectos valoramos y utilizamos especialmente el modelo 70/20/10, que nos propone la siguiente distribución del tiempo para alcanzar un aprendizaje óptimo:
70% de aprendizaje basado en la experiencia, es decir, realizando nuestro trabajo día a día. Tanto si es mediante la optimización de nuestras rutinas de trabajo, el cambio de nuestras actividades, la asunción de mayor responsabilidad o simplemente la repetición de actividades en diferentes contextos (por ejemplo proyectos similares pero en diferentes países o con diferentes clientes), la experiencia nos aporta un gran grado de aprendizaje práctico.
20% de aprendizaje basado en la exposición social. Esta parte se refiere a mentoring, coaching y assessments. Este tipo de constelaciones permiten aprender tanto a la persona con menor experiencia como a la persona con mayor experiencia (puesto que es preciso que reflexione sobre su trabajo para transmitir su experiencia a la otra persona).
10% de aprendizaje mediante cursos de formación. La formación online permite un aprendizaje teórico flexible tanto temporalmente como en su localización. Además, la forma más tradicional de aprendizaje mediante cursos de formación sigue siendo una posibilidad muy válida especialmente cuando pretendemos adquirir conocimientos en campos totalmente nuevos para nosotros. Como explicábamos al principio, los cursos de formación básicamente nos aportan nuevos conocimientos teóricos que deberemos reforzar mediante exposición social y experiencia.
El origen del modelo anterior fue una encuesta realizada a 200 ejecutivos en la que se les pedía que reflexionasen sobre cómo consideraban que aprendían de la manera más efectiva. Debido a dicho origen, no podemos decir que exista una base científica tras este modelo. Más bien se trata de unos números aproximados y que resultan de la experiencia subjetiva de un grupo de personas. Sin embargo, la amplia aceptación del modelo y su utilización en grandes multinacionales nos da una seria indicación de que debería ser tomado muy en cuenta, quizás viendo sus porcentajes como bastante variables pero aceptando las razones de fondo detrás de dicho modelo.
Lo que sin lugar a dudas nos hará mejorar tanto a nosotros mismos como Gestores de Proyectos como a nuestro equipo de trabajo será el recapacitar sobre cómo distribuimos nuestro tiempo dentro de las posibilidades anteriores de aprendizaje. Es decir, ¿realmente estamos utilizando alrededor de un 10% de nuestro tiempo en formación? ¿disponemos de un 20% adicional en forma de trabajo junto con otras personas de las que aprendemos o a las que enseñamos?
Por último, es preciso atender a que deberíamos disponer de una gran parte de nuestro tiempo para simplemente realizar nuestro trabajo, puesto que en muchas empresas todavía se considera que la mejor manera de aprender consiste simplemente en que los nuevos trabajadores se sienten durante semanas al lado de trabajadores con más experiencia, obviando el hecho de que los nuevos trabajadores necesitan acumular su propia experiencia realizando el trabajo para ser capaces de aprender eficazmente.
