En Gestión de Proyectos Master no nos olvidamos de que los proyectos se inician y realizan dentro del marco que supone la empresa. Por lo tanto los proyectos no son entes completamente independientes, sino que estarán de alguna manera vinculados a ayudar a conseguir los objetivos de la empresa.
La finalidad de una empresa es ganar la mayor cantidad de dinero posible. Como bien sabes esto no es por sí mismo un objetivo Smart, sino que se trata más bien de la motivación detrás de la creación y dirección de una empresa. Por supuesto es posible encontrarnos con otras motivaciones como la realización personal o el altruismo, pero hablando de una manera generalizada estaremos de acuerdo en que la motivación más común para la creación y gestión de una empresa es ganar dinero.
Una empresa creará pues estrategias, productos, proyectos, estructuras, etc. siempre con esta finalidad como telón de fondo. Esto, aunque parece trivial, es muy importante que sea asimilado por cualquier trabajador, y especialmente por un director de proyecto. A la hora de proponer mejoras o cambios, cuando pensemos pedir un aumento o antes de solicitar un curso de formación deberemos preguntarnos: ¿va a ganar más dinero mi empresa gracias a esta propuesta? o, en su defecto: ¿de qué manera ahorra dinero mi empresa gracias a esta propuesta? Si no tenemos una respuesta a estas preguntas, entonces nuestra propuesta tiene todas las papeletas para salir mal parada ya que nuestra justificación será demasiado débil.
Normalmente tenemos dos tendencias a la hora de pensar en este objetivo de ganar dinero.
- Cortoplacistas. Esta manera de pensar la he visto claramente en grandes empresas, y sobre todo en sociedades que cotizan en bolsa. En estos casos los resultados anuales y trimestrales tienen una gran importancia, y es difícil vender planes a largo plazo que supongan un empeoramiento a corto plazo de los resultados de la empresa. Además de esto los directivos no suelen estar vinculados a la empresa durante mucho tiempo, sino que tras unos pocos años cambian de empresa. En empresas con este pensamiento, cualquier propuesta o medida con resultados inmediatos o a muy corto plazo será bienvenida.
- Pensamiento a medio y largo plazo. En pequeñas y medianas empresas, pero también en grandes empresas familiares (gestionadas por sus propietarios mayoritarios) se tiende a pensar mucho más en la supervivencia y la mejora de la empresa a medio y largo plazo. Este tipo de empresas suele estar más abierto a ideas que supongan una inversión inicial mayor pero den sus frutos en un futuro no muy cercano. Además de esto las estrategias y la directiva no suele ser tan fluctuante como en las empresas cortoplacistas.
Debemos identificar el tipo de empresa en el que trabajamos pero también de qué manera piensa nuestro jefe, ya que será posible encontrarnos con un jefe de departamento cortoplacista (enfocado en hacer carrera lo más rápido posible) dentro de una empresa largoplacista, y viceversa.
Ser conscientes de todo esto nos ayudará en nuestro trabajo en Gestión de Proyectos a la hora de presentar el estado del proyecto, pero también en nuestro desarrollo personal para plantear adecuadamente propuestas de mejora.