Definición
Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE) la productividad es un concepto que describe la capacidad o el nivel de producción por unidad de superficie de tierras cultivadas, de trabajo o de equipos industriales.
En el campo de la economía, la productividad se entiende como la relación entre los bienes producidos y los medios empleados para ello (tanto materiales como mano de obra).
La productividad está estrechamente relacionada con la eficiencia y la rentabilidad. Una producción eficiente emplea menos tiempo y menos recursos, con lo que mejora la productividad. Una mayor productividad supone utilizar menos medios en la producción, lo cual aumenta la rentabilidad de la empresa.
Cálculo de la productividad
Las definiciones y conceptos anteriores son un tanto difusos cuando pretendemos hacer un cálculo numérico de la productivida. Es por eso que en economía se estipula el cálculo de la productividad global de una empresa o fábrica como el valor de los bienes fabricados dividido por los costos asociados directa e indirectamente a su fabricación.
Pongamos como ejemplo una fábrica de sillas artesanales que produce 50 sillas al día, con un precio por unidad de 35 euros. Para ello, la fábrica dispone de 10 operarios que trabajan 8 horas al día a razón de 9 euros por hora. Además, sabemos que el coste del material requerido para producir esas 50 sillas asciende a un total de 500 euros. La parte correspondiente al resto de gastos como alquiler de maquinaria y del local, y la parte proporcional de los gastos de gerencia ascienden a 190 euros diarios.
En este caso, el índice de productividad global se calcularía de la siguiente manera:
P(global) = (50*35) / (10*8*9 + 500 + 190) = 1,24
Al igual que podemos medir la productividad global de una fábrica, podemos medir la productividad de los diferentes departamentos, empleados o procesos de la misma. Para ello no siempre existe un método definido claramente, sino que más bien es tarea de la gerencia de la empresa el establecer dicho método.
En el caso anterior la productividad de cada uno de los empleados se podría calcular de manera bastante intuitiva dividiendo el precio de las sillas producidas por ese empleado entre sus costes. Así, suponiendo el caso de un empleado en concreto que cobra 11 euros por hora y produce 4 sillas, su productividad sería:
P(empleado) = (4*35) / (8*11) = 1,59
Es muy importante observar que no es posible comparar los dos valores anteriores directamente, puesto que en este caso la productividad por empleado no contiene los costes de material ni los costes fijos. Podríamos incluir los costes de material de las 4 sillas producidas, pero sería difícil establecer cómo incluir la parte correspondiente a los costes fijos.
Mucho más difícil se antoja la tarea de calcular la productividad de empleados encargados de la atención al cliente, de mandos intermedios, etc.
Utilidad de la productividad
A pesar de la dificultad de definir un método estandarizado para el cálculo de la productividad que permita comparar el número obtenido en diferentes departamentos, empresas, sectores o empleados, la productividad es un indicador de gestión muy útil para observar la evolución a lo largo del tiempo o medir el impacto de cambios en el proceso productivo.
En el ejemplo anterior podríamos calcular la productividad esperada con la utilización de una nueva máquina que supondrá un coste diario adicional de 50 euros diarios pero permitirá a nuestros trabajadores producir 5 sillas más al día (observe que el coste del material necesario también aumenta al aumentar la producción):
P(global) = (55*35) / (10*8*9 + 550 + 240) = 1,27
La productividad total aumentaría por lo tanto ligeramente de 1,24 a 1,27.
La evolución de la productividad a lo largo del tiempo nos dará una indicación adelantada de la rentabilidad que podemos esperar en la empresa, y además el cálculo de diferentes índices de productividad en las distintas áreas de la misma nos permitirá localizar dónde se encuentran los problemas o dónde nuestros cambios tienen el efecto adecuado.
Conclusiones
Debemos reflexionar sobre el cálculo de la productividad global si queremos entender cómo los diferentes factores afectan a dicho valor. Recordamos la fórmula utilizada más arriba y pasamos a ver el efecto de sus factores detenidamente.
P(global) = ( N° unidades x Precio ) / ( Horas trabajadas x Salario por hora + Coste del material + Costes asociados )
- Número de unidades producidas, un aumento de las mismas mejora el índice de productividad.
- Precio de venta. Un aumento del precio de venta de las sillas aumentará la productividad. El aumento del precio de venta puede proceder de marketing, aumento de calidad, aumento de la demanda, desaparición de la competencia, etc. De igual manera, el empeoramiento del precio de venta puede tener causas muy diferenciadas y lógicamente reducirá la productividad.
- Número de empleados y horas trabajadas. Evidentemente, un mayor número de horas de trabajo (remuneradas) disminuye la productividad si la producción permanece constante.
- Salario por hora. Reducir los pagos salariales aumenta la productividad siempre y cuando el resto de factores no varíen.
- Precio del material. Cuanto más barato compremos, mayor será nuestra productividad.
- Otros: alquiler, maquinaria, gastos de electricidad, etc. La reducción de dichos gastos provoca el aumento del valor de la productividad.
Llegados a este punto resulta más que lógico afirmar que no es posible llegar a ningún tipo de conclusión basándose únicamente en el número obtenido del cálculo de la productividad. A su vez, no es posible comparar valores de productividad entre sectores, empresas o departamentos diferentes.
El uso de la productividad como indicador de gestión requiere de un estudio detenido de los factores que inciden en su cálculo, y es la variación en el tiempo de la productividad lo que nos da la información más útil a la hora de sacar conclusiones y/o tomar decisiones.
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