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Experiencia en un examen de certificación PMP – PMBOK sexta edición

En esta entrada os presentamos el testimonio de un proceso de certificación como PMP® de acuerdo a la sexta edición del PMBOK. El texto nos explica la importancia de dicha certificación, nos da algunas recomendaciones para la preparación del examen y nos aclara las novedades con respecto a la edición anterior.


 

Motivos para obtener una certificación como PMP®

El arte de gestionar proyectos y llevarlos a buen puerto no es tarea fácil, mucho menos en los entornos actuales tan competitivos, exigentes e inestables, donde las compañías no solo necesitan profesionales eficaces en sus tareas sino sobre todo eficientes y capaces de diseñar estrategias que optimicen al máximo los recursos empleados para alcanzar el éxito en sus metas.

Es por eso que cada vez es más necesario contar con una certificación que asegure a la compañía, que pone su capital en riesgo ante una inversión, que el Director de Proyectos tiene los conocimientos y las habilidades necesarias para lograr el tan anhelado ÉXITO en el proyecto.

Tanto por el nivel de conocimiento diversificado en las 10 áreas presentes en cualquier proyecto como por las reglas básicas de comportamiento ético y profesional, la certificación PMP® cumple con la importantísima necesidad de dotar al profesional de las herramientas necesarias para alcanzar las metas planificadas.

Preparación para el examen de certificación

Mi preparación constó de un total de 150 horas efectivas de estudio, aunque considero que si se quiere estar realmente preparado para lograr aprobar el examen en el primer intento, es aconsejable que el rango de tiempo de preparación se encuentre entre 180 y 250 horas efectivas de estudio.

El examen trata de gestionar proyectos a un nivel de envergadura poco usual en un profesional promedio, por lo que es necesario borrar casi en un 70% los conocimientos en Gestión de Proyectos adquiridos en la práctica si se quiere lograr salir triunfante de esta prueba.

Es necesario, yo diría vital, leer el PMBOK, más allá de usar otro material de soporte que sea un poco más didáctico. No le tengan miedo, no es cierto que su lenguaje es duro o poco entendible. Se van a llevar una grata sorpresa cuando comiencen a leerlo.

A continuación les voy a detallar de forma secuencial cómo fue mi estrategia de estudio. Esto no quiere decir que sea la única o la mejor, pero a mí me dio un excelente resultado:

  1. Comenzar realizando una capacitación en gestión de proyectos enfocada en procedimientos guiados por las prácticas del PMI. No es necesario que sea presencial, pero sí que sea dictada por una institución seria y con algo de trayectoria preparando a candidatos para el examen de certificación PMP®. Esta capacitación no puede ser inferior a 36 hs como mínimo, utilizando material que incluyan exámenes de práctica.
  2. Luego, continuar leyendo el libro de Rita Mulcahy. Este material fue desarrollado en base al PMBOK 5ta edición, describiendo de forma didáctica y sencilla toda la información contenida en el PMBOK y necesaria para superar el examen. Además, se puede encontrar tips de ayuda a la hora de ir a rendir la certificación, los cuales son realmente muy útiles. No hay que confundirse, por más que sea cierto que este material no fue desarrollado con la versión más reciente del PMBOK (6ta edición), aun así cuenta con más del 80% del conocimiento necesario para superar el examen.
  3. Una vez que ya tengamos superados los puntos anteriores, viene el ansiado momento de leer la Biblia de la Dirección de Proyectos. Por supuesto, me refiero a la guía PMBOK. En este punto hay dos posibilidades: leer la 6ta edición del PMBOK, o bien leer la 5ta edición y complementar la lectura con material bibliográfico sobre metodologías agiles tales como SCRUM. De esto último, lo más importante es comprender el concepto del entorno de estas metodologías, y cuáles son sus fundamentos teóricos.
  4. Por último, y no por eso menos importante que todo el resto, llega el momento de exigir a nuestro pobre y cansado cerebro, ya entrenado en la dirección de proyectos de acuerdo al enfoque del PMI, que demuestre que no solo aprendió, sino que es capaz de encontrar la mejor respuesta entre 4 posibles, de 200 preguntas situacionales a responder en 4 hs, es decir, no más de 1.2 min por respuesta. Lo que quiero decir con esto es que no alcanza con estudiar, sino que también hay que entrenarse antes de ir al examen. Recuerden, que el PMI nos evalúa como si fuéramos expertos, por ende, deben poder responder el porcentaje necesario de preguntas de forma correcta en un tiempo que, les aseguro, es muy reducido.

Experiencia durante el momento real del examen

Como ya habrán leído a lo largo de las experiencias que hay en la web sobre el examen, al momento de ingresar hay que dejar todo en un casillero, pasar por un detector de metales, te revisan hasta los anteojos, y el examen se rinde en una habitación con sistema de vigilancia (cámaras). Te proveen de lo necesario para desarrollar el examen (hojas, lápiz, auriculares para evitar las distracciones por ruidos, y la calculadora que está disponible en el software del examen).

El examen que me tocó rendir, con la 6ta EDICION DEL PMBOK, estuvo formado por los siguientes porcentajes de preguntas:

  • 20% GESTION DEL RIESGO
  • 20% GESTION DE LOS INTERESADOS
  • 10% GESTION DEL ALCANCE
  • 10% GESTION DE LOS COSTOS
  • 10% PREGUNTAS RELACIONADAS A METODOLOGIAS AGILES
  • 5% ETICA PROFESIONAL
  • 30% AREAS DE CONOCIMIENTO RESTANTES

Como verán, y para alegría de muchos, la incidencia de las metodologías agiles en la estructura del examen se “licua” con el resto de las preguntas. Lo que quiero decir es que este nuevo tema incluido en el examen, no es decisivo para aprobarlo o no. Además, teniendo presente los conceptos relativos básicos a las metodologías agiles, las preguntas situacionales no son complicadas de responder.

Por supuesto, no todos los exámenes serán iguales en cuanto a la distribución porcentual de las diferentes áreas de conocimiento, pero por lo menos, podemos intuir que el PMI ha cumplido con incluir en su material bibliográfico las metodologías agiles, tan utilizadas en sectores puntuales como la Industria del Software por ejemplo, pero siendo coherente con que este tema es solo un mínimo complemento en el inmenso mundo de la Dirección de Proyectos.

Consejos

Nada que valga la pena en esta vida es fácil, y la certificación PMP® del PMI no es la excepción. Llevó gran dedicación y enfoque, constancia y una planificación del estudio acorde a la magnitud de la certificación. Asegúrense de asistir a capacitaciones con personal calificado, estudiar de bibliografía reconocida en el sector, leer el PMBOK, y no se olviden de algo: deben entrenarse antes de ir al examen realizando simulaciones de 200 preguntas, controlando el tiempo que tardan en realizarlas y buscando tener como mínimo un 75% de aciertos antes de ir a rendir el examen real.

Un gran abrazo y mucho éxito!


Si quieres seguir leyendo sobre cómo prepararte para el examen de PMP te recomendamos también esta otra entrada:

Cómo aprobar el examen de PMP


 

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